Para realizar Rituales, es muy importante elegir la Fase de luna adecuada para potenciar el efecto deseado. Cada fase tiene sus energías especiales que debemos aprovechar.
La fase de Luna Creciente
es la que va desde la Luna Nueva hasta la Luna Llena. Comienza a los tres días y medio posteriores a la Luna Nueva. Es la fase en la que la luz aumenta. La luz está en el lado derecho de la luna (depende del hemisferio en donde te encuentres). Esta fase incluye también la fase de cuarto creciente y gibosa (o gibosa creciente).
La Luna de Cuarto Creciente.
Este ciclo comienza tres días y medio después de la Luna nueva y dura hasta el séptimo día. La Luna se encuentra a 45-90 grados directamente delante del Sol. La Luna nace a media mañana y se acuesta después del atardecer.
Para el total aprovechamiento de estas energías trabaja dentro de este horario, que es cuando sentirás más fuerza para enfrentar un ritual.
Se pone a prueba lo que se inició durante la Luna Nueva, por lo que es el momento para hacer cambios y reforzar lo que se pidió. Se utiliza para resolver asuntos de negocios, compra y venta de casas, para resolver problemas con animales domésticos, para llevar a cabo cambios importantes y proteger a los hijos y al hogar.
Es muy útil para trabajar los cambios, para mejorar o superar todo aquello que esta en decadencia y para ponernos en acción.
- Ayuda sobre: animales, negocios, cambios, emociones, fuerza matriarcal.
- Propósitos: el movimiento de las cosas
La Luna de Primer Cuarto de la Fase Creciente
La Luna se encuentra a 90-135 grados directamente delante del Sol. Comprende a partir de la Luna Nueva, desde el séptimo día hasta el décimo día y medio después. La Luna nace al mediodía y se acuesta a la media noche. Para el total aprovechamiento de estas energías trabaja dentro de este horario, cuando las energías están más poderosas. Momento de cuestionamientos, retomar la fuerza perdida, seguir o claudicar. La energía lunar comienza a tomar fuerza. Impulso, intento, petición de ayuda y conciencia.
- Trabajos sobre: coraje, elementos mágicos, amigos, suerte y motivación.
- Propósitos: Dar forma a las cosas
La Luna Gibosa Creciente
La Luna se encuentra a 135-180 grados delante del sol. Comprende a partir de la luna nueva, desde el 10º día y medio hasta el 14º día después. La luna nace a media tarde y se acuesta a las tres de la mañana. Para el total aprovechamiento de estas energías trabaja dentro de este horario. El mejor tiempo para hacer este tipo de luna es alrededor de la puesta del Sol.
Se utiliza para aumentar la autoestima, para adquirir valor, para toda magia elemental, para asuntos concernientes a los amigos, para la suerte y la motivación. Ayuda a reflexionar y así lograr que nuestras vidas tengan más valor y para desarrollar a pleno nuestras capacidades personales. Este es un tiempo productivo luego del cual verás los frutos de tu esfuerzo.
- Ayuda sobre: coraje, paciencia, paz y armonía.
- Propósitos: detalles
Que Rituales hacer en Luna Creciente:
La Luna creciente es tiempo de crear cosas. Aprovecharemos para dar fuerza y hacer crecer todo lo que nos pueda interesar. Incrementar, desarrollar, es el momento adecuado para “empujar” todo aquello que queremos que progrese, aumente y logre su cometido. Es una luna fecunda, potencia negocios, salud, dinero, éxito, cosechas y cuanto sea menester.
Generalmente el atardecer es el mejor momento para la magia de Luna Creciente. El anochecer es auspicioso para los elementales y su energía. Las ofrendas a las hadas a cambio de un favor funcionan particularmente bien durante esta fase lunar. Podría ser de rigor hacer una visita especial a tu santuario al aire libre, con una pequeña ceremonia para dejar leche y miel, sin importar la estación.
Es un momento muy importante en cuanto a términos mágicos se refiere, pues todo el ciclo creciente de la luna, potencia cualquier hechizo propiciatorio.
Esto significa que cualquier cosa que se quiera crear y mejorar será potenciada con un hechizo realizado en algún momento de esta fase.
Hay que tener en cuenta que cuanto más cerca esté la luna de ser luna llena, más fuerte y potente será el hechizo.
La hechicera que se relaciona con todo aquello que se desea incrementar o atraer se realiza mejor cuando hay Luna creciente. Este es el momento apropiado para realizar los rituales de curación, de magia positiva y los trabajos rituales que aumentan el amor, la buena suerte, el crecimiento de cualquier tipo, el incremento del deseo sexual y de la riqueza. Si lo que queremos es proteger a alguien de algún mal es el momento oportuno para pedir Justicia Divina y el aumento de protección sobre nuestros seres queridos. También es el momento adecuado para trabajar la fertilidad de una pareja.
La magia del amor universal como también para la salud, buena suerte y dinero también se realizan durante esta fase. En la luna creciente encontraremos el mejor momento para comenzar una relación amorosa, desvelar un sentimiento de amor hacía otra persona, declararnos o usar la magia para atraer un nuevo amor a nuestra vida o para atraer a un amor que se fue.
En esta fase lunar se efectúan rituales que involucran nacimientos, la fuerza, el crecimiento, el cultivo de jardines, la amistad, la armonía, la felicidad, el logro de objetivos y metas, viajes, protección, enseñanza, trabajar con el clima (para atraer), y cambios positivos.
Es la fase de la luna adecuada para elaborar aceites, ungüentos, polvos y aguas utilizando flores y frutos ya que éstos se encuentran en la naturaleza más enriquecidos.
La Luna Creciente suele ser excelente, y, de hecho, los cabalistas aprovechan el primer día de Luna Creciente para hacer los rituales de bendición a la Luna; así como para preparar el Agua Bendecida. Las plantas, cuando son abonadas y cuidadas en esta fase, crecen rápidamente. También es favorable para plantar cualquier variedad de flor.
La Luna creciente corresponde a la doncella –también a guerreras y vírgenes- en su acepción de Triple Diosa. Su arquetipo es el de Diana Cazadora o el de las diosas guerreras como las Amazonas y las Valkirias. Las diosas que se relacionan con la fase creciente son llamadas diosas blancas, doncellas o vírgenes, entre las que encontramos a Brigit, Persefore, Nut, Ishtar o Astarté, Artemisa, Venus y Atenea
